¿Y si el problema no fuera cuánto gastas… sino cómo piensas al hacerlo?
A menudo evitamos invertir en cosas importantes, ya sabes…:
“No es el momento”, “Ahora no puedo permitírmelo”, o “Ya lo haré más adelante”.
Pero en cambio, gastamos sin pensarlo en cosas que no nos aportan nada real.
En esta edición, quiero proponerte un giro mental simple, pero muy pod…